Facebook… herramienta digital, sitio web de redes sociales

Originalmente era un sitio para estudiantes de la Universidad de Harvard, pero actualmente está abierto a cualquier persona que tenga una cuenta de correo electrónico.
¿Alcanza esta definición? Digamos que está encaminada a describir la interacción entre diversas personas, pero debemos hacernos la pregunta… ¿qué tipo de relaciones tenemos a través de Facebook? Los adultos tenemos la capacidad de discernir y elegir el uso de esta herramienta, pero la realidad es que Facebook está invadiendo la vida de adolescentes y se está convirtiendo prácticamente, en algunos casos, en una adicción. Es una red social que tiene la gran diferencia de que sus propios usuarios pueden crear aplicaciones para la misma. Estas aplicaciones a su vez, puede facilitar la creación de otras aplicaciones, de forma muy fácil, como pueden ser encuestas, tests y juegos.
Y aquí es donde sobre todo los adolescentes encontraron un lugar en la cual ellos pueden crear su contenido pero con una variedad mucho mayor que unas fotografías. Lo interesante de esto es que cada vez más se escucha un “Si no tenés Facebook… estás out”. Y en la vida de un adolescente, estar “fuera de” es un problema. Por lo tanto, la presión social, hace de Facebook un verdadero éxito… social.

Hablamos de adolescentes, pero también se está expandiendo a niños que ya quieren tener su “Facebook” para poder jugar al “Pet Society”.
El vínculo de los chicos con las redes sociales demanda tanto a padres como a docentes. Ambos tienen como tarea principal acompañar a los chicos en su crecimiento. Es fundamental guiarlos, enseñarles a cuidarse y respetarse – tanto a sí mismos como a los demás. También explicarles los riesgos de publicar sus datos personales. Ellos no diferencian las características de un espacio público y uno privado, y consideran que la información expuesta está solo al alcance de amigos y conocidos. Aunque hay señales que indican que sus perfiles incluyen a desconocidos.

Teniendo en cuenta que algunas problemáticas sociales se pueden dar por esta herramienta (algunos grupos pueden ser creados para hablar mal o burlarse de alguien, provocar problemas banales que rozan las relaciones sociales y generan resentimiento) y provocar un impacto en el colegio entre los alumnos y/o familias, los llamamos a la reflexión.

Lo primero que como padres debemos saber es que Facebook prohíbe a los menores de 13 años tener cuenta. De hecho, se han borrado muchas cuentas de menores de 13 por parte de Facebook porque incumple las normas. Para niños entre 5 y 8 años, hay sitios con funciones de seguridad estrictas, como BoomBang que permiten jugar a los menores sin arriesgarse a encontrarse con contenidos o contactos indebidos.

Si se trata de un mayor de 13 años, éste ya puede crear su propia cuenta en Facebook. Nos gustaría compartir algunos consejos de utilidad:

 Hablar sobre la seguridad en Internet. Ya que no se puede controlar la cuenta, enseñarles a ser responsables respecto del uso de la misma.

 No proporcionar más información de la necesaria. Nunca debe poner su dirección ni número de teléfono. Sus amigos lo saben. La contraseña también la debe guardar como el mejor de sus secretos.

 No hablar con extraños. Sólo aceptar como amigos a gente conocida. Ignorar a los desconocidos.

 No subir fotos inapropiadas. Hay que tratar este tema, aunque sea complicado. En la adolescencia, es muy habitual que suban fotos provocativas. Solicitarles que configuren la privacidad limitándola a "Mis amigos" para que nadie más pueda verlas. Sería conveniente que al configurar la privacidad se haga con la opción “sólo amigos” en todo.

 La buena conciencia es fundamental. En muchos sitios hay aplicaciones anónimas como la "pared del baño" o los "buzones de honestidad" que permiten a la gente decir a sus amigos lo que piensan de ellos. Lo que no se puede decir a alguien personalmente, no debe ser publicado.

 Crear una cuenta propia. Fundamental para comprobar qué hacen nuestros hijos, y qué no.

 Revisar el historial de navegación. Para estar seguros de que no haya cuentas abiertas de las que no tengamos conocimiento.

 Afrontar en forma adulta y responsable la conducción del uso del sitio. Si nuestros hijos tropiezan ante algún inconveniente por el mal uso de la red, no ser inflexibles y estar abiertos al diálogo. Alentarlos a que aprendan del error y que capitalicen la experiencia para su propio crecimiento. Estar alertas para ver cómo ponen en práctica lo conversado.

 Controlar el tiempo. Los sitios de redes sociales pueden acaparar el tiempo de los chicos. Se pasan las horas volando, lo que no ayuda a hacer las tareas escolares y provoca una baja en el rendimiento.

Nuestra intención no es hacer un juicio de valor sobre "Facebook “, no es malo ni bueno, pero sí sus usos pueden ser perjudiciales. Es fundamental afrontar lo que ya es una realidad. El reto de Internet no se va a plantear cuando nuestros hijos tengan 13 años.
Cada vez, la tecnología llega a nosotros más rápido y necesitamos afrontar este hecho cuanto antes.

Personal Directivo y Docente del Colegio Milton